Negra como tu melena, la noche todo lo aquieta.
Cubre todo el silencio, menos la luna llena.
Buenas noches Cecil.
Ya no marcas tus pasos para seguir al viento.
Ya no mueves tu cuerpo hacia el atardecer.
Buenas noches Cecil.
Se reventó la cuerda, se ha extinguido tu llama
y en la sed del desierto tu sangre se derrama.
Buenas noches Cecil.
Ya no queda tu vida para asombro del alma.
Tu rugido se esfuma, hay muerte en la sabana.
Buenas noches Cecil.
Despojados de todo, han quedado tus huesos
a gozo de las hienas, a festín de los cuervos.
Buenas noches Cecil.
Arde África a gritos, arde África callada.
Mi corazón te llora, mi corazón te llama.
Buenas noches Cecil.
